Hola! Acabo de terminar el ultimo libro que he comprado hace a penas 2 horas. La Cenicienta que no quería comer perdices, un libro que como dice Antonio Soler: "Al fin una Cenicienta independiente, cachonda y con el suficiente sentido común como para darse cuenta de que andar con zapatos de cristal es una condena". Desde muy pequeña he estado escuchando cuentos de hadas que siempre acaban igual, con un final feliz que mas bien me alejaba de la cruda realidad. Siempre soñe con la vida perfecta, el hombre perfecto, la boda perfecta y todo perfecto, con un príncipe y un castillo... y me choque contra el muro de la verdad, me di cuenta de que para tener una vida perfecta, tengo que quererme a mi misma, con mis mas y mis menos, con mi cuerpo, con mis formas de pensar y actuar, con mi todo y si acepto eso, entonces seré completamente feliz. Son muchas las mujeres que viven exclusivamente para hacer felices a sus supuestos príncipes, pero no, ¡Despertad! que la que tiene que ser feliz eres TU. Tenemos que dedicarnos momentos intimos, momentos con amigas, momentos de ocio, momentos solo para nosotras, ellos, los hombres, solo tienen que acompañarnos en nuestra felicidad pero no adueñarse de nuestro camino, cada uno tiene su espacio y no es incompatible para luego tener uno en común. Yo solo estoy empezando a entender a mi hada, esa hada, que como dice el libro, es gordita, peluda y morena y ha salido en el momento que yo he dicho ¡Basta!, basta de llorar, basta de pensar que sin el no hay vida, basta de estar triste, basta de no ver el presente y de no soñar con el futuro, basta, basta y basta.
Quiero terminar recomendando el libro a todas las mujeres de este mundo, pequeñas, jóvenes, mayores, maduras, todas las mujeres que necesiten romper con la realidad de los cuentos de hadas, que quieran conocer la realidad de blancanieves o caperucita, que necesiten decir BASTA, porque nosotras no tenemos que comer perdices ni ponernos zapatos de cristal y tacón.
Quiero terminar recomendando el libro a todas las mujeres de este mundo, pequeñas, jóvenes, mayores, maduras, todas las mujeres que necesiten romper con la realidad de los cuentos de hadas, que quieran conocer la realidad de blancanieves o caperucita, que necesiten decir BASTA, porque nosotras no tenemos que comer perdices ni ponernos zapatos de cristal y tacón.